domingo, 22 de febrero de 2015

En plató: "¿Qué somos con relación a los demás?" con Ángel Gabilondo

Se contaba de Confucio que un día descendió a los infiernos. Allí encontró grandes mesas, perfectamente dispuestas y repletas de los más suculentos alimentos. Los condenados podían comer todo aquello que quisieran con una única condición. Cuando Confucio, intrigado, preguntó al dueño de los infiernos en qué consistía esa condición, éste se la indicó: "tienen que comer con palillos de metro y medio".
Así, cuando los confinados al infierno intentaban saciar su hambre infinita, los alimentos caían al suelo mucho antes de que pudieran llegar a sus bocas.
Al día siguiente, Confucio subió a los cielos. Allí encontró grandes mesas, perfectamente dispuestas y repletas de los más suculentos alimentos. Los condenados podían comer todo aquello que quisieran con una única condición. Cuando Confucio, intrigado, preguntó al dueño de los cielos en qué consistía esa condición, éste se la indicó; "tienen que comer con palillos de metro y medio".
"He visto la misma situación y la misma condición en el infierno", indicó Confucio, "¿Por qué ésto son los cielos?". "Porque aquí", le respondieron, "nos damos de comer unos a otros".
Va por vosotros ustedes, buscadores racionales de ventaja, que, a fuerza de vendernos nuestra servidumbre como nuestra realización, nos cosificais como reemplazables (olvidando que somos insustituibles) mientras nos estáis instruyendo en lo "funcional" (la servidumbre de la inexistencia) desde la más feroz de las individualidades (la estúpida diferencia que no es capaz de construir igualdad)
Y va por ti, Pepa, que después de servirme un caldo tibio, me dijiste, "hijo mío, no nos salvaremos solos" (y yo, aquel día, no te entendí). 



sábado, 29 de noviembre de 2014

En onda: la actualidad

Finales de Noviembre del 14 y, como la novedad distrae de lo importante, para distraer el presente se inventó la actualidad.

Y al preguntarme sobre la actualidad hablo de la propia actualidad, y de cómo ésta se inventó para distraernos del presente, que como nuestra existencia, no se limita a lo que sucede sino a lo que debe suceder por su sincronía con lo que sucedió.
Y menciono la construcción del individuo que la teología neoliberal quieres precarizado y así comatoso para verse aislado e imposibilitado de conformar presente y comunidad; a esa teología y a sus sacerdotes del bienestar individual no le interesa la comunidad sino los individuos y por eso conforma lo comunitario en categorías morales (mujer, español, moro o casta) y nos hace creer que no son categorías de amparo y discriminación, sino "colectivos", y tampoco le interesa el presente, pues éste entiende de lo importante (ser) y evita que la novedad lo sumerja en su caudal de errancia (Heidegger) y en la vida inauténtica del que no enfrenta la propia existencia, pues no se abre eróticamente al otro ni al acontecimiento, sino que se deja mecer (en la colchoneta del marasmo, red, social; la nueva "realidad" frente a lo real) sobre los caudales de un lujo mediatizado en los que su oferta le hace creer que es su demanda individual (olvidando que sin sentido crítico la demanda es siempre condicionada por la oferta)
Distopía actual de un desmembramiento de lo colectivo y de los mecanismo de protección social con los que se había dotado el individuo comunitario, en nombre de un falsa carencia (la carencia que provoca dar poder no solo al capital sino a la avaricia del capital) cuyo objetivo sea seguir conformando individuo inarticulable en lo social (incapaz de fundar ciudad, sentido y ternura para esa ciudad) Una avaricia, una ilimitación propia del excedente desmedido (la "parte maldita" de Bataille) solo empleada en fabricar más excedente desmedido. Para ello destruye el sentido y lo quiere trocar en utilidad (haciendo, por ejemplo, que los doctos en filosofía "puedan" dar clase de "Actividad emprendedora y empresarial"...¿pero qué sabran aquello de esto?, nada, pero los del excedente creen y nos quieren hacer creer, que los que saben de esto son doctores en filosofía) Así los constructores humanistas de significado no tiene cabida en la nueva teología ni entre sus sacerdotes, pues de lo que se trata no es de conformar identidad preguntándose aquello antiguo de "¿Quién soy?" sino esto tan inhumano de "¿En qué le puedo ser útil?"
Confundidas, así, la novedad con lo importante, la actualidad con el presente, la comunidad con la categoría y el sentido con la utilidad, no habrán más existencias pero sí muchas más miserables vidas.

Y mientras, la actualidad, como la lluvia, como el martinete, documenta la desesperanza (decía Cioran que "lo malo de la desesperanza es que está muy bien documentada") y hace bueno aquello de Brecht de que el hombre feliz es aquel que no conoce la última noticia. Pues la última notica lo hace (todavía) más esclavo.
Y me alargo veinte minutos y la chica me indica que sólo se editarán dos o tres. Y yo le doy las gracias.

Tres minutos (te doy mi palabra) en Onda Cero y alguien que debe ser cercano (todos sois cercanos) que va y lo muestra

lunes, 17 de noviembre de 2014

Pavesas: lo común, la erótica y lo discontinuo

17 de Noviembre, y al membrillo, de puro tiempo, rompió la continuidad de sus frutos.

Colectivo no es una categoría sino una erótica; dar continuidad a lo discontinuo, hacer, aunque sea un momento, indiferenciable lo diferenciado

Y a tí, que me erotizas aún cuando cierro:

Seres "en relación a", individuos que conforman "existencia" (que se abren hacia afuera) a través de la generación del vínculo con lo otro; esa "atractiva" afección de vincularse es la erótica. Imagina, cosa imposible por más capacidad abstracta que tengas, lo que es un "4" si no lo insertas en un serie y por tanto en una correlación numérica... pues eso sería un humano sin exterioridad. Sin el otro ("objetos" si quieres confrontarlo con "sujeto") y el deseo (que nunca, por más que el deseante lo crea, es por el objeto sino por las correspondencias simbólicas que en nosotros funda...decía Proust; no amo a esa mujer sino a su paisaje), no hablaríamos de existencia ni de realidad; hacemos mundo porque deseamos el mundo que nos construye al vincularnos a él eróticamente con el acontecimiento de la extrañeza. Y entiendo, y siguiendo a Bataille, que en la erótica no se busca lo otro, sino la continuidad del ser a través de la (y las) aperturas (en el sentido más amplio) del otro. Perder una discontinuidad, que como discontinuidad agoniza, para insertarse en lo indiferenciado que, como muerte, al menos, siempre "es". Posiblemente esa atracción erótica por continuar lo que por diferenciado va a ser discontinuo es lo que más ha aterrado al orden moral (el de las categorías y las discontinuidades) De ahí quizá el poder erótico de la transgresión y sus manifestaciones sagradas en, por ejemplo, la orgía (...mejor en una indiferenciadora oscuridad) o en la "pequeña muerte" del aullido orgásmico. Por eso lo comunitario nunca es categoría (español, casta, judío o musulmán...) salvo para la moral que busca lo diferenciado; lo comunitario es siempre "erótika". Éste trabajo de Papaioannu me parece que concreta mucho mejor que mis palabras esa intención (por eso es una pequeña obra de arte)

 
NOWHERE (2009) / central scene / for Pina from Dimitris Papaioannou on Vimeo.

jueves, 16 de octubre de 2014

Obra: "Los hermanos"

Otoño 2014
Pienso, hijo mío, al menos eso pienso, que si los pitagóricos sostenían que no podíamos oír la música del universo por estar acostumbrados a ella, fue Beckett el que sostuvo, creyendo ver a lo lejos a Godot, que "el aire está lleno de nuestros gritos, pero la costumbre ensordece".
Si ves que te estás acostumbrando, hijo mío, prueba a soplarte el oído.

miércoles, 9 de julio de 2014

En plató: la cultura

18 de Febrero de 2014 y aunque podríamos usar otro calendario, vamos y nos ceñimos al Gregoriano y solo por eso es 18 de Febrero de 2014.
Con el amigo Joan-Carles Mèlich y con el amigo Juanjo Pardo intentamos hablar de cultura haciendo (es inevitable) cultura.
Del "niño, no te toques la pilila comiendo" a Wagner, de su esperanza y su tragedia, de su capacidad de diseñar y dirigir, de los pedantes, de su capital y sus usos, del canon, de su función última de creación, comprensión y gestión de lo humano y hasta del bicho de Gregorio.
Y, lo sabéis, el tren de los 19 minutos que pita, como una urraca, desde que centras el punto. 


jueves, 26 de junio de 2014

Obra: "Luisito"

4 de Mayo de 2015 y tú, que sin saberlo, llegas a cantarme coplillas.

Clov: "¿Crees en la vida futura?"
Ham: "La mía lo ha sido siempre"
Samuel Beckett, "Fin de partida"

miércoles, 14 de mayo de 2014

Pavesas: Érase una vez "Facebook" (segunda visita)



EL GRAFÓLOGO 06.10.13
Hace pocos días en la radio pública un grafólogo (¿?) explica los motivos de su éxito. Cuando el entrevistador le pegunta por si su método podría aplicarse universalmente en el sistema educativo, él responde que sí, que por supuesto, que ya nadie sabe lo que es educar a un niño y que los mecanismos de formación están completamente desfasados. Para el grafólogo (¿?), todo el error está en aprender a escribir sobre líneas pautadas horizontales. Si todas las líneas pautadas siguieran una ligera inclinación partiendo de un punto bajo a la izquierda a uno más alto a la derecha ("se escribiera hacia arriba", puntualiza) conseguiríamos con ello que los niños fueran más creativos, originales y felices. La historia, con la que refuerza su tesis, le da la razón; la Revolución Industrial quería tipos disciplinados que aceptaran las órdenes del trabajo en cadena sin rechistar (por eso aprendimos a escribir recto), ahora los tiempos de la globalización quieren personas que cuestionen las órdenes, que sean creativas.
Un ejemplo de construcción significante de la realidad en la que la verdad, si se encontrara, volvería a ser lo más cruel que inventó el buen Dios para las realidades (explicando, quizá, el que el individuo con capacidad creativa borra las pautas o se las mete, independientemente de hacia adónde apunten, allí por donde le hubieran cabido el micrófono al grafólogo (¿?) y al entrevistador (¿?)

Si alguno de vosotros cree que esto que acabo de contar es ficción, me sobrevalora (o aprendió a escribir recto sobre líneas pautadas horizontales)

LA CRUELDAD 03.10.13
Si algo muestra la completa debilidad de lo que nos constituye (física, cognitiva o moralmente), eso, indefectiblemente, es cruel.
Y mientras más sistemas de protección ontológicos y sociales tengamos más talento tendremos para percibir la crueldad y más eficaz será ésta; el horror de desvestir a una virgen (una significación) y encontrar, en verdad, el palo (y quizá sea porque creemos que la realidad es significante pero lo real es palo, que nos fascina y fascina, la crueldad, a la creación)

MANDIBULARIO 29.09.13
Mandíbula es, en "El Eunuco" de Terencio, un parásito.

Él mismo refiriéndose en lo que precede a necios, normalmente, con poder, siempre, lo define así:
"[...] dicen que tal, yo lo aplaudo; dicen no cual, también aplaudo;
ellos que negro, yo negro; ahora que blanco, pues yo blanco"
Posteriormente, Mandíbula, ensalza la rentabilidad ética de su posicionamiento y propone:
"Voy a fundar una secta, a ver si fuera posible, que al igual que las escuelas de filósofos se llaman platónicas o socráticas en recuerdo de quienes las fundaron, los parásitos lleguen a llamarse, en recuerdo de mí, "mandibularios"

Una de las múltiples formas de manifestarse se los "mandibularios" es la exaltación expresiva de la jerga iniciática del patrón (por ejemplo, económico, político, tecnológico...o filosófico)
Cuando se encuentran entre ellos y despliegan su plumífero lenguaje (preferentemente antes los otros que sólo usan las plumas para protegerse de la intemperie) lo que manifiestan no es nada que conforme, comprenda o cambie el mundo, sino simplemente su adscripción parasitaria al patrón al que rinden pleitesía (del mismo modo que, conviene no olvidarlo, cuanto un ornitólogo habla de un pato, no habla de patos sino de ornitología...al pato no le hace falta saber de ornitología para seguir siendo un pato)
Hay, por supuesto, otras formas de ser mandibulario, pero ésta trituradora de presente (en nombre de la actualidad) llamada Facebook (que olvida, como Dios, aquello de que quien todo lo ve carece de juicio) puede sentirse ofendida si hablo de las mil y una maneras de remangarse, y mostrarle, al que da y con gusto, las posaderas.

miércoles, 30 de abril de 2014

En plató: Sartre

Fue el nueve de Abril del 13, sí, pero si fue el nueve de Abril ya conforma el "ser en sí" de mi, ¿de mi?, imposible pues yo sólo puedo "ser para si" (ni mi conciencia contiene al yo, de mi), con lo que el nueve de Abril yo no era, es decir, era el nueve de Abril pero ahora (¿ahora? el presente es la nada, pues sólo soy proyección, deseo de ser y si el presente fuera algo ya no tendría la libertad y por tanto la posibilidad de devenir), ahora, digo, ya soy otro (y mientras lo digo otro y otro), con lo que no sé, de veras, quién puñetas ha acompañado (...produce un poco de náusea ¿no?) a dos magníficos seres para sí, Joaquín Fortanet y Joan Carles Mèlich, en "Para todos la 2" de TVE2 departiendo (me gusta el término, Jean Paul, sólo somos un de partir) sobre Sartre.
Liarse a pedradas (adoquines) con tiros certeros desde la indeterminación frente al error de la indolencia, ese es un buen epítome (ahora vas al "coach" que tanto plagia y tanto te habla de Sartre sin mentarlo y que te lo explique) Pero no me hagáis mucho caso (¿a quién?), es que me retiraron el pecho pronto (¿ah, no?, ¿qué eso no vale?)
¿Complicado Sartre? para nada y si no que se lo pregunten a Beauvoir.


jueves, 17 de abril de 2014

Obra: "Valérie, mon amour XIII"

"Mientras mayor es la belleza, más profunda es la mancha" (Georges Bataille)





















¿Qué mancha?... pues esa, querida, esa.

lunes, 31 de marzo de 2014

Pavesas: Lazing on a Sunday Afternoon

 Perdido ya el fundamento metafísico de "duplicidad de los real" (Rosset) que redactaba la "vana esperanza" prometéica de un sentido absoluto, es de agradecer a "El Mundo" su esfuerzo semanal por reintegrarla y sacarnos de la ciénaga nihilista (sin Dios, ni razón, pero con pasta) con su suplemento "Fuera de serie".
Para mostrar al mundano, al que solo le resta la inmundicia de la mundanidad, que un mundo duplicado hacia arriba existe, se detiene en una crónica sobre una finca de caza en Ciudad Real en la que a partir de 40.000 euros los tocados por la gracia puede matar perdices (y comérselas y ser más felices), en el que abundan lacayos con guantes (para no manchar con sus manos carnales la inmaculada piel de los que tiran al cielo) y pista de aterrizaje (para que se posen sobre el paraíso los ángelitos) A solo dos horas de Madrid (pero hacia arriba) si llega usted, miserable, en coche (más rápido si le sube un querubín) y atraviesa, lástima que no lo filmara la Riefenstahl, "hectáreas de olivos centanarios perfectamente alineados, viñas geométricas y tierras que se pierden, alomadas, en el infinito...y el asombro que producen unas cien antorchas encendidas que enfilan el camino hasta la casa" (SIC) . La señorita redactora, que como las antiguas monjas visionarias ha podido saborear el lugar, inicia el relato imposible de su metafísica experiencia con esta reflexión estética (no os esforcéis en participar de ellas, miserables míos, pues no son palabras para vosotros): [...] "Hay un canon que hace distinguible lo que es bello de lo que no y un intangible capaz de aumentar lo bello que por sí solo puede ser hierático: el atractivo. La cualidad que suma exponencialmente y arrebata...El atractivo es a la belleza como el estilo de vida al lujo. Hoy lujo no es solo poseer cosas que muy pocos pueden tener, sino la sensación que se experimenta, a través de ellas, de pertenecer a la élite." [...]
La voz del éxtasis, el "instante", de la llama que te atraviesa, del heraclitiano "el rayo lo gobierna todo" y la experiencia de un "estilo de vida" rodeado de vírgenes (y no vuestra experiencia, cerditos mundanos, que solo conocéis las vírgenes antes de que sean vírgenes)
Prosigue, sor Hildegarda del Tiro al Pichón, presentándonos a los patronos del cielo [...] "jóvenes, altos, rubios, ricos y felices" [...] y yo, de puro éxtasis, desmayo.
Es al despertar, cuando descubro la esencia del mensaje; en el artículo siguiente, otro abducido por los de Raticulín (pronúnciese en británico) relata la experiencia de una barca ("boat") que cuesta 900.000 euros, surgida directamente "De la visión de un grupo impersonal de embarcaciones" (SIC) en las tardes de hastio que un visionario sueco pasa en en la rivera francesa. Ese impacto estético, le produce al sueco, según el límpido redactor, un impacto indescriptible; "se atragantó al ver tantos barcos similares..." (supongo que al querer darle un masaje cardiaco y arrimarle el desfibrilador, instrumentos de mortales sin sentido y baratos, el sueco balbuceó, en sueco, algo así como, que no, coño, que no es el corazón, que es mi exquisita sensibilidad zaherida al ver el "grupo impersonal de embarcaciones")
Y es ahí, Dios mío, cuando descubro que yo, mi familia, mi prole y todos mis muertos, solo somos "un grupo impersonal de embarcaciones" (lo único de toda la hoja parroquial del Domingo que no tiene precio) y que estoy siendo una existencia submetafísica, una existencia "en serie" y que solo soy capaz de reirme con Valérie, toser (¡ay el joio tabaco!), revisar mentalmente el montante de mi descubierto y mearme en semejante tratado sublime de metafísica post nihilista.
Sé, queridos míos, porque pertenezco a la misma estirpe que vosotros, que no entenderéis la trascendencia que transmite el mensaje de la buena nueva del suplemento dominical, que como solo sois tinieblas no participaréis de su luz ("Y la luz brilló en las tinieblas, pero las tinieblas no la comprendieron" S. Juan), que los que os creéis más listos pensaréis que solo es intento del neocapitalismo por birlaros y distraeros de vuestra repugnante existencia, hecha de lodo y de reptar, pero la realidad es que ni con "la euforia en la infelicidad" (Marcuse) os podréis compensar (el altavoz Goldmund Apologue cuesta 500.000 euros y eso que es pasivo y solo tiene, como mi parienta, tres vías, y el reloj Piaget Altiplano Double Jeu, 277.000...y eso porque los chinos de la China están haciendo mucho daño reventando precios)
Pero, anda y joderos, mundanos del no mundo, que no os veis ni la polla (perdón, el pene), mientras ellos son capaces de llegar en barca a Ciudad Real.

domingo, 9 de marzo de 2014

En plató: La locura

21 de Enero de 2014 y aunque hace frío fuera, más frío hace dentro y dentro existe, amigo, el frío.
Con José María Álvarez, con Joseba Achotegui hemos abordado ese estado dramático de extraordinaria hipersensibilización (pica la sábana y se confunde el ruido de la mosca con el trueno) en el que todo deviene significado (y no objeto o pariente) pues hay que crear (con mayúsculas y poco pulso) la realidad y el individuo conformante de y en ella.
Hoy, en esta esquina, hemos intentado mirar la locura.


Va por ti, hoy que no estás y que por fin vas a dejar que el mundo siga siendo cosa de niños, Leopoldo.


sábado, 22 de febrero de 2014

Pavesas: Érase una vez "Facebook" (primera visita)




ZARATUSTRA, SU MÁSCARA 04.09.13
Zaratustra, exhausto, se apoya vencido en una roca, no hay más compañía que la claudicación ni más consuelo que el abandono.
De repente, cuando no espera nada, otra idea le alcanza.
Y es ésta su última plegaria:
"-Dame, te lo ruego,dame...
-¿Qué?, ¿Qué?
-Otra máscara, una última máscara"
Así me lo contaron de noche y así el propio Nietzsche, autor y loco, lo refería ("toda mente profunda necesita una máscara") Desconfiad, pues, de las máscaras comunes, la primera tarea de la genialidad es encontrar la máscara que le permita confundirse en el resto (mientras, el común, de puro común, imposta la máscara que lo diferencie)
Ahora que es Septiembre y dudo si es más tenaz el cristal o la mosca.


LOS DÍAS FELICES 26.06.13
Entre Winnie, la enterrada, y Willie, el que repta, encontramos, pienso, ahora pienso, dos residuales visibles en cualquier territorio de sociabilización humana ("Facebook" lo es). La dependiente, que vendería su virtud, si la conservara, por un afecto o un palmero, y el baboso, sólo con la arqueología (las babas) de su deseo (el ansia enamoradiza de babas) Winnie, la que utiliza el mensaje ("estoy bien, estoy mal, estoy regular") como los murciélagos el sonar para medir la distancia (en pasos cardinales de "me gusta") con el resto de una manada que pace, la que cita citas que ni son suyas ni la llevarán nunca a una cita (las citas, Winnie, como los chistes, se enmarcan y se recuerdan, no se reproducen sin su correspondencia), la que plasma mensajes de felicidad, ilustrados, que sólo reclaman un poco de teta (ignorando que nuestro cerebro no está construído para la felicidad, ni siquiera para pensar, y que la ubre es sólo para los recién llegados)
Willie, con su postal pornográfica entre las manos, pienso, ahora pienso, capaz de cambiarla por una intoxicación amorosa, falsa, tan falsa como él, lejos, tan lejos como él. Que gemiría, si pudiera sacar la lengua de aquel culo que recuerda, para que su ama lo sacara a pasear un rato.
Ambos, Winnie y Willie, emparejados, unidos entre sí tiernamente por un vínculo de afecto por la resistencia (el acuerdo amoroso de duración) ambos, Winnie y Willie, mamíferos transparentes, por más que se escondan dentro y tras un montículo, como lo que hay entre nada y nada.
Winnie y Willie, están, además de entre vosotros (aunque no lleguen a los vosotros), en "Happy days" de Beckett
¿Absurdo?
No.
No queremos la verdad cuando nos satisface la mentira.


LA SEDUCCIÓN: 28.05.13
No nos seduce sólo lo que nos gusta, lo semejante, que nos aporta modos ampliados de existir, nos seduce lo que nos da territorio (una extensión identitaria), lo que nos permite añadir a nuestra existencia modos distintos de existir. Si ese nuevo territorio que nos proporciona el elemento seductor nos gratifica y nos hace crecer, nos seducirá. Por ello hay que ser muy inteligente para seducir a un inteligente o muy estúpido para seducir a un estúpido (pues gratificarás su estupidez), pero también hay que ser muy zafio para seducir a un inteligente y muy inteligente para seducir a un bobo (pues el bobo encontrará en la inteligencia una oportunidad de ser distinto, de crecer distinto) Somos entidades de probador (por eso hemos llegado a comernos una gamba), nuestra existencia es la prueba de nuestras pruebas (y esa es nuestra única esencia) Pero el hambre de probar, que nos la da el consustancial deseo humano, sólo se concreta en los desplazamientos (normalmente ridículos; "¿no es verdad ángel de amor?") que nos posibilitan la secuencia de seducciones que abordaremos en nuestro tiempo. Eso lo sabe el afecto adicto, criaturita, que añora en cada seducción amorosa encontrar la conciencia de un amo que le de existencia (cuando, y eso no lo sabe, su única esencia son las capturas pesqueras) y lo sabe el sabio (que huye de aquellas seducciones que sólo le van a distraer de su autenticidad procurándole la "mala fe" de los determinismos falsos)

sábado, 25 de enero de 2014

Obra: "Valérie, mon amour X"

3 de Enero de 2014 y como del rayo, Miguel, la retraté.

"Surgiendo de un azul descompuesto aparecía la pálida figura de mi hermana 
y su boca sangrienta hablaba así: pincha, oscura espina" G. Trakl


lunes, 20 de enero de 2014

En plató: la mediocridad

13 de Noviembre de 2013, en "Para todos la 2", visto de grana y oro y acompaño a Óscar Barroso que tiene a bien bajar la silla para ponerse a mi altura (lo de hacerle una lobotomía, cosa que le propuse, le pareció un tanto excesivo)
Habíamos invitado a un mediocre pero estaba ocupado...en tareas de gobierno, creo, aunque bien pudiera ser que no asistiera por no molestarse.
Abordamos esa caracterización colectiva que nunca caracteriza al sujeto enunciativo; la mediocridad.

¿Quién dijo miedocridad?

domingo, 20 de enero de 2013

Pavesas: ¿Revolucionarios? ¿Dónde?

"... de modo que luchen por su servidumbre como si se tratase de su salvación"
En el Prefacio del "Tratado teológico-político" de Spinoza



La gran radicalidad del poder es la de hacernos creer que nuestra realización pasa por su perpetuación. Convencernos de esto es su poder y su supervivencia. Mientras nos sigamos realizando como humanos dentro de determinado marco de poder, éste nunca cambiará.
Así, cualquier revuelta, indignación o pataleo cuya aspiración sea el integrarse en los mecanismos de recompensa que el poder nos ofrece contiene en sí misma el antídoto contra sus manifestaciones revolucionarias. Nunca será una revolución.
Una revolución pasa por la realización fuera de los marcos de poder (de  nómada a sedentario, cuando el poder concreta lo humano en el nomadismo, de proletario a camarada, de miserable a clase media, cuando la clase media ni existe…pero si, por ejemplo, los revolucionarios franceses del XVIII hubieran aspirado a ser aristócratas, algo ya admitido en su estructura de poder, no hubiera habido nunca revolución…del mismo modo, una revolución desarticula el modelo social de familia, pero un reajuste permite que la homosexualidad sea acogida por ese modelo de familia) Una revolución descompone la estructura de poder y hace que su cuerpo sea incompatible con el propuesto (el veneno según Spinoza…una revolución es una enfermedad mortal para el poder) La revolución no pasa por eliminar al corrupto del sistema social sino por erradicar nuestra ansia de corrupción para prosperar en el sistema social, esto es un ejemplo.

El esperma de las actuales revueltas es la precariedad (económica, social y moral) No es una epifanía, ni una idea, ni una aportación intelectual, es la precariedad. Cuando una propuesta se basa en la precariedad, a lo que se puede aspirar en la acción es al tumulto  y en su reflexión política al reajuste. Nada más que al reajuste, porque está reclamando que el poder, el existente, repare su precariedad. No queremos desintegrar los enlaces orgánicos del poder (seguimos convencidos de la verdad del poder), es más, intentamos proteger al poder del veneno, ese sí más revolucionario, que propone (quizá contra historia, quizá no) el neocapital. Estamos siendo contrarrevolucionarios  que creen que el poder debe reajustarse para luchar contra ese nuevo virus que no contempla lo humano en base a no perder los reajustes que hemos ido introduciendo precisamente para preservar el poder que nos viene amparando. Queremos seguir siendo humanos con las gratificaciones (formación de servidumbre, capacidad productiva servil y derecho a la deuda) con la que nos venía recompensando el poder.

Y no pasa nada por decirlo y no va a ser fácil conseguirlo (especialmente cuando el contrapoder capital sabe que puede calmar nuestras aspiraciones conservadoras, precarias, tristes, con un bocadillo de calamares, impidiéndonos pagar la ronda, en un pausa, con nuestra tarjeta de crédito, o con nuestro subsidio de desempleo)

jueves, 10 de enero de 2013

En plató: con Daniel Inneratity

27 de Mayo de 2011 (7 Prairial del CCXIX para los que no le dan al Bourbon) y hablamos, siguiendo el título de Daniel, de la filosofía como una de las bellas artes.

Y hablamos y hablamos Y seguimos hablando

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Pavesas: El hundimiento




[…]
Et tous les soleils à venir
ne pourront que me refroidir.
Dominique A.

2004, diciembre
Y el agua hecha agua que aparece y que hay tempestad y el agua hecha agua que me cubre, por arriba y por abajo,  y que me acerco a la playa y lleno los bolsillos de pan y hundo los pies en el mar, “hijo, ¿estás bien?”, y que digo que sí, que aparte de eso todo está bien, y que dejo que las conchas me besen los pies y que el cielo que recoge del mar el agua, hecha agua, que me lame la frente y el rayo que guía la oscuridad, hacia la oscuridad, y yo que le pregunto, a la oscuridad, si se comió, de pura hambre el mar, y que aún, amor, no te he escrito aquello en un cristal, que parece agua hecha agua, y tú, amor, que todavía no has olvidado lo que aún no le te escrito y yo que sólo pienso que es tan hermosa que no sé que hacer con ella. Y que creo, en frente, divisar, en medio del tiempo, una isla, a poco que me atreva, amor, a levantar la vista.

Me lo contaba un marino que naufragó un día:
Te agitas, te pasmas, pareces estúpido, no entiendes que te estás hundiendo. Tu voz se va haciendo más pequeña, alguien ha echado las cortinas, te miran desde la orilla de los vivos pero como que no te ven. Las figuras, fuera, se afinan como un alfabeto en una lengua extraña con la que se podría haber escrito, sobre un mantel, cualquier cosa. Y piensas que es sencillo hundirse, y piensas en dejarte, en renunciar, y piensas ¿renunciar a qué? y te acuerdas, un momento, de sus piernas de papel y las amas como si fueran la cola de una sirena y te dice el poeta que mientras mayor es la belleza más grande es la mancha (y que no te ahogas, que sólo te están manchando) Y el cristal se empaña. Y crees, lo crees firmemente, que ese animal que se agita no eres tú, es otro, inventado por amores viejos y oyes, entre eructos de peces, las excusas de los vivos y descubres, sólo, tú solo, que las lágrimas están hechas de agua de mar.

jueves, 13 de septiembre de 2012

En plató: El poder; ¿quién manda en el mundo?



31 de Enero del doce y yo que al chico guapito de cara que se mueve como si un chinche explorara su recto camino, le apuntaría: “hijo, el poder no necesita palabras honestas, las tiene verdaderas”, y tú lucidez lujuriosa que te enroscas a mí como la pena y Germán Cano que ni tose y el pizarrín que desaparece y Arcadi Oliveres que ni se quita la chaqueta y el agua, hecha agua, que desaparece.

Allá donde cualquiera de nosotros tropiece con una verdad lo que habrá encontrado será un poder, porque el poder es simplemente eso: la capacidad de construir verdades. Un cambio de verdad, un cambio de paradigma no es un cambio de razón, es simplemente, un cambio de poder.
Pero la verdad, para las criaturitas de razón, tiene que ser razonable, es por eso que los locos sólo ostentan el poder cuando su locura es razonable, cuando han convencido a los cuerdos, no de que se vuelvan locos, sino sólo de que se convenzan que su locura es razón. Ese mecanismos de convicción razonable es lo que los teóricos del marxismo llamaron “razón instrumental” (la razón puesta al servicio del poder para dotarle de su correspondiente verdad)
Esto es inevitable

Al poder le importa muy poco quien lo represente (cualquiera que sostenga la verdad y la preserve) pues ya no es un poder soberano sino el poder de la manada (manada, no mamada) y entre sus últimas innovaciones hiperpolíticas está el creer que la realización individual pasa por consolidar al poder (todos somos micropartículas activas que lavan más blanco la réplica de ese entramado estructural que es el poder) Consigue un sueldo, paga una hipoteca, adquiere un vehículo de lujo, desanima al borracho al loco o al iluso, hártate de amigos virtuales y te realizarás como persona. El poder no es sólo un arcaico mecanismo de represión sino de realización del individuo. La recompensa no la que ves, sino la caricia del amo a su perro (del amo al esclavo, lo sé querido Hegel)
Esto es inevitable

Y ahora, ¿Quién manda en el mundo?
El Capital, releed a los clásicos marxistas y encontraréis una razón, otro poder que explique y cuestione éste (qué gusto ser un trasnochado después de una noche de juerga con las corbatas desabrochadas y el cimbrel todavía humeante) con unos mediocres gestores llamados clase política (a los que el amo además de caricias les da huesos, en ocasiones cubiertos de nalgas) Proteged al Capital, pues sólo él os hará libres.

¿Y al chico este guapito de cara que canta, qué le dirías? Diselo tú, Germán, que a mí me da la risa.
Gracias, Arcadi, por acompañarnos.


Ite missa est

viernes, 13 de julio de 2012

Pavesas: Deseo de ser horda. Los mineros



13 Julio de 2012, ahora que me he servido mi pie derecho para comer. 

Son vísperas y en lugar de oír el rezo o al muecín clamando desde el minarete una señora se abraza a un joven y apunta: “Todos somos mineros”. Y yo que veo las imágenes de los mineros entrando, en columna, en Madrid y que siento una infinita nostalgia de la horda (esa que la izquierda siempre quiso olvidar y que el fascismo convierte en comuna nacional) y de las orgías y de un cuerpo que traspase mi cuerpo para ser, no pan de hostias (algo con lo que ya ni siquiera honrarán, porra en mano, a los mineros), sino piel, músculos y huevos de la horda. Y yo que me abrazaría con vosotros, chicos y chicas, padres, esposas y muertos, y que me pondría, como vosotros, una lucecita en la frente y que cantaría canciones de horda y que rezaría con vosotros, señora, ahora que son vísperas, para que os preserven el derecho a seguir teniendo una vida miserable y que me otorguen a mí, padre por qué me has abandonado, el de ser algo. Y yo, que más que otro narcisista al que han convencido los de la hiperpolítica, que quería tener, como vosotros, las suelas desgastadas y un rictus de cansancio (y no de hastío) y un casco (vuestro hábito, vuestra identidad, la bandera de la horda) escrito con mi nombre (mi nombre, señora, es el de un cuerpo entregado a la horda) y sujetado, encima de las cejas, por un motivo (qué lejos quedaron los motivos y qué cerca las justificaciones)
Todos somos mineros” y yo que sí, señora, que a usted también la besaría y cogería a su criatura en brazos y le daría, si me quedara leche en los pechos, de mamar y despuntaría el pico en la testa de esos que van a hacer de la orgía, política, y haría de los intelectuales que callan y opositan, el chivo que descuartizar, por nosotros, por la horda, ahora, en nuestra comunión.    
Y que me gustaría, señora, escribir esto a lápiz para que fuera el carbón el que hablase y no lenguaje auto elegiaco (el lenguaje siempre es una auto alabanza, si no me cree, lea, señora, una carta de amor) y que soy, mamá, un imbécil que no puede ni siquiera, abrazarme como Nietzsche a un burro, “pero qué bien se insulta éste, aunque no parece un minero”, y yo que le diría que sí, señora, que soy minero, mucho más que el de la copla, que mi cielo es una mina (sin vetas doradas) y que por favor me dejen un sitito, puedo cantar, coser, ondear banderas y hacer discursos que parezcan reales, entre los que son bárbaros, que antes que bárbaros, ellos, al menos, son.  
Y yo que creo, por un momento, que van a liberar Madrid y que luego su bendita horda liberará Barcelona y la City y Beaumont sur Mer y finalmente mi casa y luego a mí. 
Y el joven con camiseta de Custo que replica: “todos somos mineros”, y a mí que ya se me cae una lágrima y que pienso que sí, que la camiseta es horrorosa, y que quizá esta vez sí, esta vez viene la horda a engullirme y a escupir, por entre los dientes, mi aislada individuación y que ellos serán yo y que yo seré ellos, y a usted, señora, comérmela con apetito, sin necesidad de ficciones amorosas, y el llanto que se me acentúa y de mi polifonía interior (esa que me vuelve loco) aparece el lúcido y me sopla al oído; No, amigo, ni ellos, ni tú, ni yo somos mineros, somos jilgueros empleados para morir con el gas grisú.


jueves, 14 de junio de 2012

En onda: el fracaso

L'écho est mon voisin
La brume est ma suivante
R. Char


Hacía tiempo, tanto como el de escribir una carta de amor, que no venía a partirme el labio mi amante la lucidez y a decirme, "vomita el adiós, amor mío" y a convencerme (ni siquiera la lluvia es tan persuasiva) de que donde no hay no se espera.

3 de Abril del 12 (como los clavos del doce) y estamos, algunos más que otros, en "Afectos en la noche"

No te contesto, porque entiendo, querida Ágata, aunque seas santa entre las santas, que el reproche es algo que hay que ganarse, como la medianoche, y ya no tengo para ti ni argumentos, ni poemas, ni lágrimas, ni más. 
sí, a mí también me ha parecido oír algo, como una estridencia
Porque haces, de tu estar degollada, el ser madera de féretro de los alfabetos y te caes, de mí, sin estruendo, porque el estruendo es algo que hay que ganarse, como la medianoche, y que haces de las palabras mis toses y de tus vicios, de santa, mi silencio. Y porque me convences, con tu mueca de pulcra suicida y tu gesto de admirada por penitentes, que es más fácil ser penitente que abstinente, y haces que sienta infinitamente más la belleza del que te esculpe que la tuya.
Y yo que pienso, o al menos eso pienso, en el "Hörst du...hörst du", del judío Celan llamando a un Dios que no escucha, no por sordo, sino por bobo, porque nunca tuvo capacidad para entender lo que le decía el devoto.
oirán, de vez en cuando, una voz como tonta del culo, no hagan caso es una interferencia, una estupidez, un eructo vocálico de glotona venida a señorita.
El fracaso hay que ganárselo, como la medianoche, y como la medianoche requiere de talento, creatividad y coraje y no afecta al ánimo, como las manos frías, sino a la constitución del individuo. El fracasado no es erróneo en la acción, es sólo consciente del resultado de la acción. Su identidad no es la derrota sino la conciencia de la derrota (y eso es sólo privilegio de unos pocos)
creen que han oido algo pero lo que han oído es nada
La frustración es la necesidad de consuelo del que no es consciente y cree que su simple frustración, alcanzó la categoría de fracaso. Es por eso, por la capacidad de crear argumentos del frustrado que creyéndose fracasado admira el fracaso que, como el aliento del diablo, fascina al león y, también a la hierba pajiza, pues la hierba queriendo ser árbol se quedó en pasto de vaca. 
sí, se repite, es ligeramente molesto, pueden escuchar si quieren, pero no merece la pena; son aires intestinales de la digestión de palabras huecas que, como los buñuelos de cuaresma, tienen azúcar pero son de viento.
Y yo que pienso, pues el pensar hay que ganárselo, como la medianoche, "Oye tú...oye tú", que el fracaso no está en quien no obtiene respuesta sino en quien no responde. En quien no provoca el estallido del que estalla. Por más santa que seas, Ágata, entre todas las mujeres.
"Duele un labio partido porque atasca las palabras, amor mío"


domingo, 29 de abril de 2012

En plató: La metafísica


27 de Abril de 2012 y sin que tú lo sepas, sólo va a salir el término “trascendente” en un chiste, y antes, aunque no lo creas, Rocinante, hemos comido y porque a mí la pelvis me la partió, de un rebote, Isleño, que si no, también, antes, habría arreglado lo de la trascendencia del sexo a empujones, como los niños malos que creen que la metafísica es sólo cosa de niños buenos.

21 grados en plató. El punto frente a la silla, Juanjo Pardo a mi izquierda mientras que está (misterios de la geometría) a la derecha de Ángel Gabilondo (que manifiesta, serio, que a él lo del maquillaje le recuerda la mortaja, y hace, después, de los rapsodas huecos, polvo de tiza)


Las 12h35 (ya está la Virgen anunciada) y una voz (¿el arcángel San Gabriel?) pregunta; ¿Qué es la metafísica?





Y yo que en bambalinas, tras el corte de cámara, tras el decoro, pienso que mientras la religión es la verdad, “Jesús es la respuesta” (para que los penitentes olviden, vive Dios, la pregunta), la metafísica es el cuestionamiento de la verdad. Y que le dio de mamar, a la metafísica, la escritura, acto espejeado de la lectura, precisamente porque con la proliferación de fijaciones en la escritura del mito, la verdad, queda en entredicho (esto no lo acaban de entender los que achacan a la Iglesia su obstinación por no dar versiones, su estatismo y la inmovilidad, olvidando que en cuanto su verdad se cuestione no habrá verdad sino discusión sobre la verdad…¿Ahora la verdad contempla los condones?) Mientras el mito se habla y se repite no se confronta, mientras el mito queda escrito por el mitógrafo, surge en la verdad la diferencia (se interpreta y se cuestiona) La escritura es el dominio de la versión. Y el vaso que cae y estalla y que hay que restablecer las correspondencias antiguas del ser (que debe ser uno pues si fueran dos uno de ellos sería distinto y el no ser no puede ser el ser) y que nos preguntamos, escritura y razón por medio, “¿Ha caído el vaso?”, “¿Lo hemos tirado?”, “¿Hubo alguna vez un vaso”?, y que no tenemos más cola para recoser el vaso que la dialéctica, el “dia logos” (el “a través de la razón”)



Y que entiendo, mientras nos estrechamos las manos, por qué Ángel, tan metafísico, tan cordial, tan mundano, tan ángel y tan humano, recomienda la lectura (el diálogo entre dos amigos) en este tiempo en el que no queremos pisar cristales, ni saber quién es el yo que lo pisa, tiempos de respuestas sin preguntas, de píldoras sin diálogos y de tetas retocadas sin un alma que echarse debajo.

martes, 6 de marzo de 2012

Obra: "l'absent"



"L'absent"
detalle
200 x 200 x 15 cmts
2004






2004 y ayer, que ya era 2012, me acordé de ti.
Andábamos al alba, como siempre de puntillas y a pies descalzos, cuando llamaste, María, y me pediste que te hablara del agua. El agua, lo que siendo no se opone, y yo, que cantando nanas afino poco, hice lo que puede. Y me acordé, al oírte, María, del ausente y del cocinero japonés aquél al que, tras años de esfuerzo y dedicación, le dieron la estrella Michelín y que a la mañana siguiente, subió despacio hasta el ático del inmueble donde vivía y se arrojó al vacío. Pero, ¿sabes María?, el japonés sobrevivió y cuando alguien le preguntó por qué quitarse la vida tras su éxito, cuentan que él respondió: “porque no tenía a quién contárselo”.
Y yo María, que sé, como tú, lo que es el miedo e intento saber, como tú, lo que es el agua, prometí aprenderme todas las nanas y derramártelas, y que esa noche tú fueras quien me oyera para que esa noche fuera yo quien te oyera. Y yo, María, que soy el ausente por estar ella ausente, y que, como tú, ando a tientas acariciando a ése al que contárselo y tiemblo, como las cuerdas de tripa, cuando las cortan, si no lo encuentro.
Y ahora, que andamos al alba, como siempre de puntillas, espero que llames y me acuerdo, María, llena eres de gracia, de lo que quise decirte ayer, cuando todavía era, dentro de tu vientre, el 2004.


jueves, 2 de febrero de 2012

Pavesas: un besugo no se hunde (salvo si está muerto, sin metáforas)


19 lleva Enero del año de 2012 y yo que creo, o al menos eso creo, que son muchos lamentos ya y que harían falta, al menos eso creo, todos los dedos de las manos de un ciempiés para contarlos. Charlo en la Universidad Autónoma de Barcelona sobre el símbolo artístico. 
Y hablamos y hablamos y nos decimos que somos entidades creadoras, nuestra conciencia, que necesitan construir una identidad, la del yo que, como el viejo dios hindú, crea el mundo sólo con pensarlo, el mismo mundo que, a su vez, crea ese yo. Un proceso de amor infinito; yo te creo a ti y tú me creas a mí. Mientras dure el pacto estaremos vivos. Y nos besamos, mi realidad y la realidad del mí, con puntadas que tejen la sábana que nos cubre. Esa aguja que pincha es el símbolo y el hilo es la correspondencia. Y hablamos y hablamos, y yo que espero que no te gires y tú, mientras te giras, “¿Cómo pude volver la mirada, amor?”, y hablamos y hablamos y luego, con una maleta que no es mía sino ya una correspondencia, vuelvo a casa.
A la gatita le pusimos por nombre Mademoiselle Marché aux puces, aunque la solíamos llamar Manenette.
Hay un barco que se hunde. Cinco mil (páguese #5.000# al portador) pasajeros. Encallado en las rocas costeras como si formara parte de una actividad programada (cruceros de placer) el coger mejillones desde el camarote. Y hay un capitán, que no se hunde. Y todos, y yo, buscamos un símbolo que de significado a estos signos (barco, inútil y hundimiento) y que siga creando el mundo y al que lo crea.
Y construimos, a golpe de pelvis y jaculatorias, la metáfora (el símbolo y la correspondencia) hasta que aparece una; el advenimiento de un mediocre. Un tipo simpático, que trepa, trepa y no se hunde, que cuenta chistes con soltura, “charmant, my dear”, descarado, aunque guapito de cara, que sabe qué vivo beber, un poquito canalla (siempre que eso no manche), capaz de bailar un agarrao con buena cintura, “cheek to cheek”, con las dos manos en el culo, atrevido, “me encantas, cheri”, lo justo para no jugarse nada, con labia y una lengua de chulapillo que repta por el entendimiento de otros mediocres que creen creer que él no, y ellos tampoco, son tan mediocres. Un tipo listo, pero mediocre, al que los de su estirpe le dan un barquito para que lo hunda, pero él no se moje. Un mediocre. Dos mediocres, tres mediocres y un barco blanco.
Era pulgosa, al menos así vino, por eso lo del Marché aux puces. 
La metáfora del barquito, la del inútil al que le espera su puesto de responsabilidad, en la torre de mando, para que la media ponderada se pregunte, al menos eso creo, ¿cómo este inútil nos gobierna?, mientras añora, la media, ser tan inútil como él y levantarse los sábados, entre copas y medallas, pivones, trofeos, de quince cuartas y tres agujeros agujereados, y saber levantar el brindis, y poder, desde la aceptación de su inutilidad, hundir un barquito (abrirle en el casco la boca, el ano y la vagina para que circule por ellos su agua que engendra el mundo mediocre de un mediocre)
Y si uno algo entiende de la sodomía de la conciencia, que enviste con pollas de metáfora, es que no podrá renunciar a ella y hablamos y hablamos y enterramos a la gatita en el jardín, y  a veces, cuando sopla el viento del sur y aparecen mariposas de su color, me acerco a su cama y le cuento metáforas que ella, en silencio, escucha.
Y hoy, que no he escarbado bajo tu falta por miedo a encontrar otra metáfora, pienso que hablamos y hablamos, y pienso, al menos eso pienso, que hablamos.

domingo, 8 de enero de 2012

Plató: Sami Naïr

Llega, el 28, con camisa blanca y traje azul. Es Octubre y sonríe, nadie (que es lo mismo que todos) diría por su sonrisa que ha sido consejero de Lionel Jospin y amigo personal de Felipe González, sonríe y solicita, amable, un café y nadie (que es lo mismo que todos) dirían que es la persona más influyente de Europa en cuestiones de migraciones humanas. Se sienta y sujeta el chelo con el trazo de un seductor de verdad (uno de esos que las gallinas cluecas amantes de incubar niños, en silencio, siempre en silencio, creen que sólo es un marido) Montse, que sabe lo que sabe, levanta la batuta. Inicio titubeante el Preludio. Pausa de ajuste. Sami observa el arco,  lo apoya en la tercera cuerda, abre ligeramente los pies y regala, sobre las toses, la Allemande, la Courante, la Sarabande, el Minueto y la Giga.
Y yo, que soy dado a las fantasías y a querer construir verdades con materiales que se derrumban (los niños orinan en las esquinas y hacen óxido los besos) aplaudo. Y yo, hoy, que nunca (que es lo mismo que siempre) me he sentido tan curvo, aplaudo.




Y que tú (que es lo mismo que todos) lo escucharas.

domingo, 1 de enero de 2012

Obra: "de la tempestad"






"de la tempestad"
detalle
200 x 200 x 10 cmts
2003
Colección del autor




"Il faut que l'herbe pousse et que les enfants meurent"
Victor Hugo

2003 y, sin saberlo, se va a producir la tempestad.

Si Dios o el Diablo o tan siquiera nadie me ofreciera la posibilidad de tomar un vino con un muerto, no elegiría a Buda, ni a Shakespeare ni a Ulises, ni al mismísimo Jesús, el nazareno, no, si tuviera media hora hasta el alba y dos copas de vino, las apuraría con mi padre.
Eso me enseñó, sin yo antes saberlo, la lluvia.

2003 y, sin saberlo, se va a producir la tempestad.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

En onda: La amargura y la felicidad

2011, 15 de Noviembre, con Silvia y Daniel Ampuero y en casa de todos (que no es el seno de la Iglesia si no el pecho de RNE)


Quien gestiona ese extraordinario mecanismo que crea el mundo y al observador de ese mundo y que hemos dado en llamar conciencia, ese es el dueño de sí mismo.

Mientras, podemos hablar largo y tendido (mejor tendido, que el tamaño no importa)...



...Aunque para mí Jane Austen no es lo más (Emily Brontë, quizá)

viernes, 2 de diciembre de 2011

Pavesas: El vertedero

2011, otoño, y que gracias al dios capital y a la obsolescencia planificada (y a la percibida) y a los que malbarataron el hedonismo (convirtiéndolo en una compresa desechable) y a los que nos mienten en nombre de la verdad (que les protege y les hace verdaderos sólo porque tienen el poder), resulta que de los bienes de consumo adquiridos sólo nos quedará en casa, a los seis meses, el uno por ciento de ellos y que generamos dos kilos y medio de basura al día y producimos, y esto es lo que peor huele, seiscientos setenta y tres millones de imbéciles por minuto y que sólo Bach y las irrumatio nos podrán perfumar los pies.

Antes de ayer en un centro comercial de alimentación. Una explanada colindante con los lugares de aparcamiento señalizados y una capacidad aproximada de cincuenta vehículos. Apenas cuatro aparcados.

Termino las compras; comida precocinada, cuatro yogures, jamón de York envasado, dos fletán (tipo de pescado parecido al lenguado que normalmente está muerto cuando lo congelan) congelados, dos manzanas, una barra de pan, una gaseosa, paquete de seis rollos de papel higiénico, dos como coñohapodidosubirestootravez, un brick de leche, bollería de desayuno (en envases de a seis), zanahorias (un paquete para el caballo), tres latas de atún, un paquete de menestra de verduras y un “padre, ¿por qué me has abandonado?”
Salgo con el coche y un vehículo de esos, de los del chiste de la fragoneta y el gonovolumen, bloquea la salida del aparcamiento. Junto a la puerta del carromato dos féminas que no sumarán (ni saliéndole bien las cuentas) cuarenta, charlan amigablemente, mientras tres chiquillos zarandean los carritos de la compra, mientras sube el pan, mientras en el fragovolumen y en la gononeta ya no cabe nada más.
Bajo la ventanilla y en un correcto giro proposicional le sugiero a la que tiene las llaves en la mano; “Querida, tienes el aparcamiento vacío, ¿por qué no aparcas en otro sitio?
Yo aparco donde me sale del coño”, me responde la criaturita que si así tiene la boca habría que verle la Tena Lady (de oferta a tres paquetes por el precio de dos en el súper y de regalo una de alas anchas, como los ángeles, para recogerlo todo en el cielo) 
Y pienso en sus preceptores, desde su reputísima madre a doña Belén Esteban, y pienso en lo que será la ignorancia de este animalito en las bellas artes del fornicio y pienso, al verla, que el excremento tiene sitio en la vida (de la digestión doliente de una vaca florecen lirios) Pero aunque acepto los restos pestilentes que hacen de lo podrido la promesa del sentido, pienso, también pienso, que una cosa es asumir la realidad de la mierda y otra vivir en un estercolero. 
“¿Por qué te preocupas por esas cosas, Dante?”, me pregunta Beatriz, que tuvo a bien, frente a los ojos de perra de mi amada Valérie, la infinita, hacerme una antológica “irrumatio” (nótese que no digo “mamada”, ni siquiera felación, pues para los latinos “felar” era lamer sin ganas, chupar como por obligación, algo de putas sin oficio) “¿Y por qué lo seguimos llamando felación?”, vuelve a preguntarme Beatriz  (si Virgilio me mostró los infiernos, bien pudiera Beatriz mostrarme el cielo), porque los dueños del motivo, dados a condenar a las putas tras irse de ellas y a legitimar su pureza en nombre de la corrección lingüística a golpe de machete santificado (de venta en el súper, en el estante junto a los paquetes de jabón el lagarto), creyeron, querida, que había que despreciar con el lenguaje (con el entendimiento) lo que acabas de ofrecerme.
Y vuelvo a pensar en lo que le saldrá del coño a la que aparca donde quiere y me cisco (por contribuir a la causa) en los que hicieron de ella un vómito más, depositado, cuidadosamente, meticulosamente, en este vertedero. Y recuerdo tu lengua de mariposa, Beatriz, y la perra mirada de Valérie sacándome, como levantan al cielo a las vírgenes de palo, de esta grande, muy grande, inmundicia que nos han hecho creer que es la verdad.

Me queda algo de la bollería del desayuno y un par de rollos de papel higiénico, ¿puedo ofrecerte algo?

domingo, 26 de junio de 2011

En plató: "La política"

20 de Octubre de 2010, sentado en una silla y en compañía de Ferran Sáez y Antoni Gutiérrez Rubi. "Para todos la2" aunque centrados. TVE2

A la política le pasa eso; debe ser apolínea, ordenada, racional, sensata (eso es lo que le exigimos, que nos muestre la ficción de que las cosas son consecuentes, que las causas generan unos efectos, que las justificaciones son justas...) y es todo lo contrario; mentira, desorden, asimetría, irracionalidad... (y real como la realidad misma...) Un día yo escribí una novela, y le pasó igual; no era apolinea, lo cual, además de estúpido es imperdonable. Naturalmente nadie la publicó, gracias por vuestra lección.

Se contaba de un marido que al volver pronto del trabajo encontró a su mujer cohabitando carnalmente con otro. En un ataque de furor coje una escopeta de cañones recortados y "pum" "pum", le pega dos tiros al amante de su mujer. Ésta, ligeramente sorprndida le reprocha: "Manolo, hijo, ¡cómo te has puesto!...pues una cosa te voy a decir; como te tomes las cosas así te vas a quedar sin amigos en dos días".
Ese discurso es la política (una instrucción razonable para preservar el colectivo) y la mujer es un político (pues problematiza y promete)


Hay dos conceptos centrales que definen al político (al que, en buena o mala etimología, no es un "idiota"):
1. Problematizar: Determinar que una circunstancia social deviene “problemática” y por tanto “debe” ser sometida al orden político (desde traficar con esclavos a encender un cigarrillo)
2. Prometer: Concepto central en la política. El político es esencialmente un hombre que promete. RAE: Expresión de la voluntad de dar a alguien o hacer por él algo.

 La desafección (¿por qué no les damos crédito a los políticos?, pese a que cada vez nos interese más la política)
1. Dependencia corporaciones:
No son ya , criaturitas, “guionistas de la realidad” sino, en todo caso, los “ficcionadores de la realidad”, lo que la justifican y la preservan. Servidores de las corporaciones (estas sí guionizan) y gerentes y administradores subcontrados de sus intereses.
2. Prioridad partido sobre ideología, la libertad individual y el juicio crítico
Su elemento de protección, tras las corporaciones, es el partido. Éste es su sustento y su justificcación conceptual ("yo soy político, pues milito en tal partido") Sin el partido, como el sacerdote sin su iglesia, el político no existe. 

3. Ensimismamiento:
El político define la política. Esa es cada vez más su función, responde exclusivamente a la pregunta ¿Qué es la política? (no qué es lo razonable, lo más sensato, lo más conveniente…si no lo más político)

En la serie de humor inglesa "Yes minister", el secretario, verdadero hombre de estado, interpela una propuesta del ministro: "Señor, no estamos aquí para resolver cosas, sino para hacer política"

La profesionalización del político se inicia en el siglo V a. C. (antes del café) con el invento del pretendiente. 
La política deja de ser determinada por cuestiones divinas o de linaje y establece tres conceptos claves: Isonomia (igualdad de derecho) isegoría (igualdad de palabra) y parrhesia (hablar con franqueza), conceptos en lo que todos los ciudadanos se pueden sentir representados y autoproclamados pretendientes a ser políticos.Desde entonces se establece la necesidad de eliminar o filtrar al aspirante, creando un gremio, un club social, que acepta o deniega el acceso a los solicitantes.

Se contaba de un político en campaña, que en pleno éxtasis de inflamación retórica apuntilló lo siguiente: "El liberalismo es la explotación del hombre por el hombre y el socialismo es justo al revés"
¿Sentido común? Ad infinitum (aunque eso sí, poco apolineo)