Puerto activo con mancha roja que gotea
200 x 200 cmts
1991
Colección del artista
Noventa y uno. Ya van tres años alejado. Descienden los niveles de hematocritos, aparecen los ahogos por las mañanas y el rostro se descarna un poco, aparte de eso todo va bien.
Me convocan con esta obra como finalista del Premio L'Oréal (debe ser que lo valgo, aunque hoy, todos estemos casi muertos) lugar en Madrid y cojo un tren. Duermo mal.
Una pregunta me acompaña como un niño que babea. ¿Cuál era la pregunta? Llego a Madrid, Álvarez del Manzano me da la mano, tengo manchas de yeso en las manos, "disculpe, tengo yeso en las manos", y unas ganas tremendas de orinar, "¿los aseos, por favor?" y la bella azafata que me lo indica "¿No me acompañarías para aguantármela?, tengo manchas de yeso en las manos", pienso, mientras voy sólo al aseo. ¿Cuál era la pregunta?, me pregunto ahora. Y resulta que viene Rilke y le dice a un joven poeta: "ama las preguntas mismas, como cuartos cerrados y libros escritos en idioma extraño" y es entonces que me acuerdo; ¿Qué cuál era la pregunta? Esa es la pregunta, mientras la sujetaba yo sólo y pintaba un ahorcado con lápiz en los lavabos de la Casa de Velázquez.